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La cervicometría o ecografía para medición de la longitud cervical residual, puede hacerse por vía transvaginal (preferentemente), transabdominal (no recomendado) o transperineal. Consiste en la medición de la longitud remanente del cuello del útero que es un indicador confiable del riesgo de parto prematuro. Su medición está indicada ante la presencia de contracciones uterinas de amenaza de parto antes del término, ante el antecedente de parto prematuro, en aquellos otros casos con riesgo de parto pretermino (como el embarazo múltiple o gemelar, cirugías cervicales, en el polihidramnios, etc. Actualmente se recomienda realizarla de rutina entre semanas 12-20 para detectar aquellas pacientes con riesgo de parto prematuro.
La importancia de esta medición es que ante la presencia de un cuello corto, sinónimo de riesgo de parto prematuro, el médico puede indicar un tratamiento para dicha condición que mejora el pronóstico, y disminuye el riesgo de parto pretérmino, lo que está científicamente comprobado.